Mi Perro No Se Deja Poner Gotas En Los Oidos

Si tu perro es como el mío, no le gusta que le pongan gotas en los oídos. Se mueve, se sacude y hace todo lo posible para evitar que le caigan las gotas en los oídos. Esto puede ser muy frustrante, especialmente si tu perro tiene una infección de oído o si necesita tratamiento para otro problema.

Por qué a los perros no les gustan las gotas en los oídos

Hay varias razones por las que a los perros no les gustan las gotas en los oídos. En primer lugar, el canal auditivo de un perro es muy sensible, y las gotas pueden causar una sensación de ardor o picazón. En segundo lugar, las gotas pueden ser frías, lo que puede ser desagradable para un perro. En tercer lugar, el sonido de las gotas que caen en el oído puede asustar a algunos perros.

Cómo ponerle gotas en los oídos a un perro

Si necesitas ponerle gotas en los oídos a tu perro, hay algunas cosas que puedes hacer para facilitar el proceso:

Primero, asegúrate de que tu perro esté tranquilo y relajado. Si tu perro está ansioso o agitado, será más difícil ponerle las gotas.
En segundo lugar, calienta las gotas a temperatura ambiente antes de usarlas. Esto ayudará a reducir la sensación de ardor o picazón.
En tercer lugar, usa una jeringa pequeña para aplicar las gotas. Esto te ayudará a controlar la cantidad de gotas que pones en el oído de tu perro.
Finalmente, elogia a tu perro después de ponerle las gotas. Esto ayudará a que tu perro asocie la experiencia con algo positivo.

Problemas comunes al poner gotas en los oídos a un perro

Hay algunos problemas comunes que pueden surgir al poner gotas en los oídos a un perro. Estos problemas incluyen:

Tu perro puede sacudir la cabeza para intentar quitarse las gotas.
Tu perro puede arañar o morder su oreja.
Tu perro puede desarrollar una infección de oído.

Cómo resolver los problemas al poner gotas en los oídos a un perro

Si tu perro tiene problemas para ponerse gotas en los oídos, hay algunas cosas que puedes hacer para resolver el problema. Estas cosas incluyen:

Asegúrate de que tu perro esté tranquilo y relajado antes de ponerle las gotas.
Calienta las gotas a temperatura ambiente antes de usarlas.
Usa una jeringa pequeña para aplicar las gotas.
Elogia a tu perro después de ponerle las gotas.
Si tu perro sigue teniendo problemas para ponerse gotas en los oídos, habla con tu veterinario.

Si sigues estos consejos, podrás ponerle gotas en los oídos a tu perro con facilidad.