No Den A Los Perros Las Cosas Santas

¡Oye, entendí ese refrán de “No Den A Los Perros Las Cosas Santas”! Es como cuando tratas de explicarle algo complicado a alguien que no lo entiende, ¿sabes?

Las palabras de Jesús en Mateo

En Mateo 7:6, Jesús dijo: “No den a los perros lo que es santo, y no echen sus perlas delante de los cerdos, no sea que las pisoteen y se vuelvan contra ustedes”. Esta es una advertencia para no compartir la verdad espiritual con aquellos que no están preparados para recibirla.

¿Por qué no debemos dar las cosas santas a los perros?

Hay algunas razones por las que no debemos dar las cosas santas a los perros:

• Porque los perros no pueden apreciarlas.
• Porque los perros pueden profanarlas.
• Porque los perros pueden volverse contra nosotros.

¿Qué significa dar cosas santas a los perros?

Dar cosas santas a los perros significa compartir la verdad espiritual con aquellos que no están preparados para recibirla. Esto puede incluir:

• Compartir el evangelio con alguien que no está interesado.
• Intentar convencer a alguien de algo que no está dispuesto a creer.
• Dar consejos espirituales a alguien que no está receptivo.

¿Cuáles son los problemas relacionados con "No Den A Los Perros Las Cosas Santas"?

Algunos de los problemas relacionados con “No Den A Los Perros Las Cosas Santas” incluyen:

• Puede conducir a la frustración y al desaliento.
• Puede dañar nuestra relación con los demás.
• Puede hacer que los demás se alejen de la fe.

¿Cómo podemos evitar estos problemas?

Podemos evitar estos problemas al:

• Ser selectivos acerca de con quién compartimos la verdad espiritual.
• Ser pacientes y esperar el momento adecuado para compartir la verdad espiritual.
• Ser respetuosos de las creencias de los demás.

“No Den A Los Perros Las Cosas Santas” es un proverbio que nos recuerda que debemos ser cuidadosos con quién compartimos la verdad espiritual. Debemos compartirla sólo con aquellos que están preparados para recibirla.

No Den A Los Perros Las Cosas Santas

Compartir con quienes están preparados.

• Sea selectivo.

Evite la frustración y el desaliento.

Sea selectivo.

Para ser selectivo al compartir la verdad espiritual, podemos considerar lo siguiente:

• ¿Está la persona interesada en escuchar?

  Si la persona no está interesada en escuchar, es poco probable que reciba bien la verdad espiritual. Es mejor esperar a que esté más receptiva.

• ¿Tiene la persona los conocimientos previos necesarios?

  Para entender la verdad espiritual, es necesario tener ciertos conocimientos previos. Por ejemplo, para entender el evangelio, es necesario tener un conocimiento básico de la Biblia. Si la persona no tiene estos conocimientos previos, es mejor empezar por ahí.

• ¿Es la persona receptiva al Espíritu Santo?

  El Espíritu Santo es el que abre los corazones de las personas a la verdad espiritual. Si la persona no es receptiva al Espíritu Santo, es poco probable que reciba bien la verdad espiritual. Podemos orar para que el Espíritu Santo prepare el corazón de la persona.

Al ser selectivos al compartir la verdad espiritual, podemos evitar la frustración y el desaliento. También podemos ayudar a las personas a estar más receptivas a la verdad espiritual.